jueves, 10 de noviembre de 2011

WILINKU

A mediados del pasado mes de octubre, tuvo lugar el lanzamiento oficial de un sitio en Internet llamado WILINKU (pronúnciese Güilinquiu) que es una contracción de la frase en inglés We Link You y que significa en español “nosotros te enlazamos o te conectamos”. Este portal, ideado por el buen amigo Pedro Cerrato pretende ofrecer una ventana a videos y películas de Centro América, iniciando con Honduras, su patria natal.

La idea es de por si muy interesante, ya que WILINKU intenta reunir en un único sitio virtual, lo mejor que cada país del área ofrece en video en cuanto a: talento humano, expresiones culturales como música, folklore, cine, literatura, cocina, lugares turísticos, actividades humanísticas y otros proyectos interesantes de cada parcela centroamericana.

La Visión del portal que Pedro ha soñado es: “Conectar a la gente más allá de las fronteras para celebrar sus diferentes identidades nacionales y culturales, al igual que sus intereses y valores comunes”. Obviamente se refiere a varios millones de centroamericanos que están viviendo fuera de sus países, pero que anhelan rememorar esa cultura que dejaron atrás y no sólo eso, quieren mostrarla y compartirla con gentes de otros lugares y decir con orgullo: “¡esto es lo que somos, así es cómo lo hacemos!”.

Actualmente, si uno desea información o videos de cada país debe, primero que nada, buscar en una vastísima red, a veces confusa. Luego es muy probable que sólo encuentre una temática por página: música por ejemplo. A diferencia, WILINKU facilita grandemente la búsqueda, pues en un solo portal, ordenado de una manera lógica y fácil, se encuentra información variada sobre cada país de América Central. Es una gran ventana a cinco países hermanos, cada uno con su propia personalidad e identidad.

Desde que Pedro nos conversó sobre su idea y nos mostró la página en proceso, nos dimos cuenta que puede ser una excelente ventana cultural sobre Centro América hacia el mundo. El entusiasmo conque Pedro nos hablaba sobre su proyecto era contagioso y pienso que todos los que tenemos acceso a Internet debemos rápidamente incluir a WILINKU como uno de nuestros portales favoritos. No sólo eso, también debemos convertirnos en miembros de la página para contribuir a mantenerla vigente y actualizada.

Durante el lanzamiento de WILINKU que se realizó con el apoyo y en las instalaciones del Centro Cultural de España, Pedro hizo demostración de lo sencillo que resulta accesar la página: sólo debe escribirse: wilinku.com en cualquier buscador y rápidamente aparece la página principal. Luego, con un poco de paciencia y fijándose en las sencillas instrucciones, se puede tener acceso a una  variadísima selección de videos de nuestra región. Obviamente, es un portal dinámico y en continuo movimiento, por lo que conviene visitarlo cada cierto tiempo y ver las novedades que ofrece.

Los artistas de las diferentes orientaciones y expresiones son bienvenidos e se les insta a proponer sus videos, los cuales, si no presentan problemas de autoría intelectual, son rápidamente elevados para deleite de los numerosos visitantes de WILINKU.
Personalmente, me siento orgulloso de haber participado en la ceremonia de lanzamiento por una gentil invitación de Pedro y más aún, de contar con algunos videos de mi música en WILINKU, asimismo muchos otros artistas de la música nacional ya pueden ser observados a través de esta interesante y útil herramienta de enlace y acercamiento.

Le deseamos el mayor de los éxitos a Pedro en esta feliz aventura en la cual se ha embarcado, ojalá que WILINKU sea dentro de poco tiempo uno de los portales centroamericanos más visitados así, nuestros hermanos en el exterior, podrán aliviar su melancolía y el resto del mundo podrá conocer de nuestra cultura y costumbres mediante la magia del video. ¡Adelante Pedro! ¡Adelante WILINKU!

martes, 4 de octubre de 2011

LOS RIESGOS DE SER DIPUTADO

Hace pocos días, leyendo uno de los periódicos digitales que recibo diariamente, me encontré en la misma edición, con tres noticias producidas en diferentes países, todas referentes a la suerte corrida por diputados, miembros de las respectivas cámaras legislativas locales.

La primera noticia que leí era originada en Honduras y se refería al fallecimiento del diputado por Choluteca don José León Castillo, quien falleció en un accidente vial en el sur de Honduras, cuando se dirigía a San Pedro Sula para participar en una sesión del Congreso Nacional itinerante por el Norte.

La muerte del señor Castillo se sumaba a la de los diputados nacionalistas por Copán Gustavo Adolfo Alvarado a causa de un infarto en enero de este mismo año y la de Juan de Jesús Deras Madrid, asesinado en diciembre de 2010.

La segunda noticia se refería a un diputado en Brasil quien fue engullido por una anaconda  cuando viajaba en una lancha por el río Amazonas. La glotona serpiente lo sorprendió y se lo tragó casi de inmediato. De acuerdo con  la viuda del diputado, éste había viajado para esconder una fuerte suma de dinero en la selva. El diputado era un legislador de Santa Catarina.

La tercera noticia venía de México y narraba que un legislador de la oposición mexicana, de nombre Moisés Villanueva, diputado federal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) por el estado de Guerrero y quien se encontraba desaparecido desde hacía casi dos semanas, había sido hallado muerto al lado de una carretera, en una zona montañosa, justo cuando los partidos se preparan para las elecciones presidenciales y la violencia del narcotráfico atemoriza al país.

Buscando profundizar en esta última noticia, me encontré con que en México casi todos los años, desde ya hace tiempo, uno o más diputados mueren por diversas causas, pero casi todas violentas, accidentes viales, asesinatos directos, secuestros seguidos de homicidio, etc.

Todo ello me hace pensar que esa labor tan apetecida de ser diputado lleva implícitos muchos riesgos, en parte derivados de la frecuencia con la cual deben viajar, pero más que todo porque al convertirse en figuras públicas que ganan suculentos salarios, empiezan a vivir una vida de opulencia que les hace apetecibles a los secuestradores.

Por otra parte, pueden ganarse enemigos fácilmente al apoyar leyes que afectan intereses. Enemigos que buscarán cualquier oportunidad para desquitarse, y ese desquite lleva aparejado el uso de medidas extremas, como en el caso del diputado mexicano recientemente secuestrado y asesinado.

Otros como el diputado brasileño, que obtienen dineros de dudosa procedencia lo cual les lleva a adentrarse en la selva para esconderlos, se arriesgan de ser devorados por los peligrosos animales que allí pululan. Pienso que ya sentado en una curul si soy tentado con un dinerito a favor de alguna causa particular, mejor guardarlo en un banco, ya que si me descubren puede que vaya a una cárcel, pero marcharé vivo y no a contribuir al proceso digestivo de una serpiente buscando almuerzo.

También reflexiono que antes de ir a estrellarme sólo por ir apurado a una reunión legislativa, es preferible dedicarse a alguna tarea menos agitada o arriesgada. Buscar una diputación parece implicar el hecho de colocarse en una posición pública donde puede haber demasiados riesgos para la salud y la integridad personal. ¡¡Pensándolo bien, yo mejor paso!!

viernes, 16 de septiembre de 2011

GRITOS E IDENTIDAD CULTURAL

Ha pasado otro 15 de septiembre, una fecha cívica que celebra nuestra independencia de España. Una independencia en que dejamos de ser colonia de la llamada “Madre Patria” para pasar a ser parte, primero del proyecto independentista mexicano de Iturbide y luego de la República de Centroamérica, ya que no fue sino hasta 1838 que nos constituimos en república por derecho propio.

La celebración de esta fecha, desde que tengo uso de razón, se caracteriza, empieza y termina, por desfiles. Desfiles de colegios secundarios que se preparan con bandas marciales, escuadrones de alumnos y pomponeras o palillonas como les decimos habitualmente. El punto de destino de los desfiles es el Estadio Nacional de Tegucigalpa donde en tribuna de honor los espera el Presidente de turno y miembros de su gobierno.

Pero este año ya hubo una celebración en paralelo, el denominado desfile de la Resistencia, seguidores del ex-presidente Zelaya Rosales, alumnos y maestros de los colegios públicos que se han declarado “independientes” del Ministerio de Educación y otras organizaciones que no comulgan con el gobierno de turno o se sienten excluidos por el mismo. Entre estas organizaciones la de los gais, que haciendo gala de vistosos vestidos y otras ropas que destacaran sus atributos físicos encabezaron la marcha por el bulevar Morazán. Los símbolos el “Che” y “Chávez”.

Otra novedad de este año fue el “Grito de Independencia” que lanzó el presidente Porfirio Lobo Sosa en la medianoche del 14 de septiembre, haciendo imitación del “Grito de Dolores” que tradicionalmente se lanza en México en el primer minuto de cada 16 de septiembre para conmemorar el llamado que hicieran el cura Hidalgo y otros, a levantarse en armas contra el imperio español.

En la celebración de este grito hondureño hubo bastante improvisación. Para empezar no refiere a ningún hecho o personaje histórico como en México. De hecho, la independencia del dominio español a los centroamericanos nos cayó de rebote, sin disparar ni un tiro. Es más, nuestros países fueron anexados al Imperio de Iturbide sin mucha consulta o democracia. Pensamos que este nuevo elemento de conmemoración es otra de las tantas ideas que se le ocurren a alguno de los cercanos al mandatario de turno y se lleva a cabo sin buscarle mucha explicación.

Lo lamentable, desde el punto de vista cultural, es que muchos de los artistas que acompañaron al presidente Lobo se vistieron de charros y charritos para interpretar canciones de nuestro país amigo. Brillaron por su ausencia las manifestaciones culturales propias, que aunque pocas, las hay.

Mi estimado amigo Osvaldo Espinal, en su página de Facebook, llamó la atención sobre el tema y levantó polvareda, recibiendo buena cantidad de respuestas a su queja sobre la poca o nula manifestación cultural hondureña, ya que se festejaba el llamado cumpleaños de la Patria y eso hubiese sido lo apropiado.
Pienso que lo anterior, es un nuevo llamado a la conciencia nacional, a las autoridades educativas y culturales del gobierno, para que de una vez por todas, definan estrategias que nos permitan formar y consolidar una verdadera identidad cultural, con muestras de todo el territorio. La pequeñez de nuestro país no es excusa. Hay más países pequeños que nos dan cátedra en materia cultural musical, Jamaica, Puerto Rico, Bolivia, Cuba, Nicaragua.

Quizá estos artistas nacionales que acompañaron al presidente Lobo, son producto de la dependencia cultural musical que tenemos del país norteño. Esta dependencia tiene siglos y obviamente es difícil zafarse de ella. Y luego hemos caído derrotados ante el influjo cultural de otros países como Estados Unidos y últimamente, Puerto Rico con su reggaetón y su bachata que nos han invadido igualmente sin disparar.

Ojalá esto fuese tema de discusión en el Ministerio de Educación y el de Cultura para que conjuntamente con los padres de familia, hicieran el esfuerzo de forjar y consolidar una identidad cultural propia que trascienda el sique. Necesitamos independizarnos al menos culturalmente, ya que en materia geopolítica somos un mero satélite periférico.

Nos encantaría que el próximo “grito”, si se llega dar, se acompañe con nuestra música, con artistas de lo nuestro, con temas que nos hagan sentir orgullosos de ser hondureños. Ojalá alguien recoja el guante.

viernes, 15 de julio de 2011

FACUNDO CABRAL

“Murió el poeta, lejos del hogar” reza el poema Cantares del español Antonio Machado. “Si se calla el cantor, calla la vida”, ha cantado Camilo Sexto en uno de sus primeros discos. Estas frases y seguramente muchas otras plasmadas en poesía y música, son aplicables a la súbita e inesperada desaparición física de Facundo Cabral, notable cantautor argentino, filósofo hecho en el camino, defensor de la justicia, observador y buen amigo.

Tuvimos la dicha de conocerle cuando vino a Tegucigalpa acompañado de su compatriota Alberto Cortez, haciendo aquel original espectáculo titulado “Lo Cortez no Quita lo Cabral”. Persona sencilla, de hablar fácil, sin ademanes ni poses de “superstar”, todo lo contrario, un individuo con un notable sentido positivo y simple de la vida, denunciante en sus canciones de los desmanes en contra de la gente común. Irreverente a veces, pero siempre con argumentos, con sapiencia, con gallardía y buen humor.

Tiempo después nos dimos cuenta que le aquejaba una cruel enfermedad, que iba perdiendo gradualmente la vista, esa misma que le permitía ver el mundo, sus contradicciones, las virtudes y los defectos que luego acuñaba en canciones de melodías simples, pero de mensaje profundo. Cómo olvidar sus reflexiones sobre temas diversos, sus consejos para vivir plenamente, para no equivocar el rumbo en pos de riquezas que a la larga nadie se lleva cuando muere.

El fue ejemplo vivo de lo que predicó, siempre errante, aventurero y siempre vestido de jeans, camisa manga larga y un infaltable chaleco que era como su uniforme de trabajo y de vida. Tenemos la impresión que nunca sucumbió a las tentaciones que trae la fama, a pesar que ésta le sonreía.

Cómo no recordar su brillante monólogo sobre los “pendejos” donde señalaba, sin dar nombres, a esos personajes que abundan en nuestra América Latina y que muchas veces  vemos pasar en autos de lujo, fotografiados en revistas de sociedad, ocupando puestos públicos de la máxima relevancia. A través de sus palabras nos podíamos desahogar y reir de ellos, en una especie de catarsis personal y privada.

La muerte le sorprendió artera, inclemente, violentamente en un país vecino, Guatemala. Si fue un ataque dirigido a él o dirigido a otra persona, el resultado fue el mismo. Las balas no le pidieron identificación, le cortaron la vida de raíz, lo enmudecieron para siempre, callaron la voz del poeta, pero al hacerlo, lograron que su mensaje nos llegara aún más claro y con más fuerza.

Dicen que “los buenos mueren jóvenes”. Facundo era y seguirá siendo eternamente joven, porque sus mensajes líricos, sus reflexiones y sus agudos comentarios son intemporales y siempre frescos. No sólo seguirán escuchándose por estas generaciones que tuvimos la suerte de verlo en persona, sino por las siguientes que descubrirán tarde o temprano, el valor de sus temas, la vigencia de sus postulados, elaborados con una sencilla guitarra, su compañera de viscisitudes.

La magia de la tecnología moderna, nos permite verle una y otra vez en Youtube, en los DVD de sus conciertos, en CD, en acetato, en solitario y en compañía de otros artistas que siempre le recordarán como un colega sincero y sencillo. En fin, es fácil descubrirle y descubrirle es apreciarlo, no importa edad, nacionalidad, religión o estrato social. Su mensaje seguirá siendo vigente. Su voz cascada seguirá incólume, firme y clara.

Estamos seguros que Facundo está cantando sus coplas en el concierto diario que se realiza en el cielo. Seguro fue recibido por un coro de ángeles que en su honor debe haber cantado “No soy de aquí ni soy de allá”.  Adiós Facundo, hasta siempre!

viernes, 20 de mayo de 2011

NUESTRA ESENCIA ARTISTICO -MUSICAL

Con frecuencia escucho en medios de comunicación, comentarios sobre nuestra falta de identidad cultural y artística. Los mismos apuntan en muchas direcciones y concluyen generalmente en un mismo punto: que el hondureño debería apreciar más su propia cultura y su arte, representada por una variedad de elementos que en conjunto conformarían un supuesto constructo propio, bien definido, fácilmente identificable y hasta cierto punto homogéneo, lo cual dudo que sea así, por las múltiples etnias que componen la hondureñidad.

El arte es entendido como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, a través de la cual se expresan ideas, emociones o en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos.  El arte es un componente de la cultura, reflejando en su concepción la transmisión de ideas y valores a lo largo del espacio y el tiempo.

Particularmente, en el ámbito artístico y en especial en el musical, he hecho reflexión y plática con otros artistas y de las mismas han surgido algunas ideas. La primera de ellas es el notorio “malinchismo” artístico del hondureño. Quizá sea históricamente derivado del hecho de haber tenido que someter las propias manifestaciones, primero a los conquista española y luego, de manera un poco más sutil, pero igualmente efectiva, a la conquista musical por los mexicanos, los estadounidenses y más recientemente los dominicanos y puertorriqueños, si de música estamos hablando. Siempre las manifestaciones artístico musicales externas han sido, son y seguramente seguirán siendo “mejores” en la mente de nuestra gente.

Este sojuzgamiento más mental que otra cosa, nos ha impedido expresar con mayor libertad nuestra propia idiosincrasia, pensando siempre que lo que hagamos no estará a la altura o tendrá que ser aprobado por alguien que venga del exterior a decirnos que está bien. Por el lado de los recipientes de nuestro arte, o sea todos los demás hondureños, nos encontramos con la barrera también mental, de que lo que hacemos es “bueno” siempre y cuando se parezca al estilo de alguien del exterior. Difícilmente, nuestros productos artísticos pueden competir de igual a igual con los foráneos.

Un poco de apertura ha encontrado la confección de algunos productos artísticos artesanales elaborados en barro y uno que otro pintor que a costa de muchos sacrificios ha logrado que su obra sea apreciada fuera de las fronteras, pero en materia musical o literaria por ejemplo, pienso que estamos hoy peor que nunca. A duras penas, algunos autores literarios jóvenes han logrado hacerse visibles y ser leídos a lo interno, pero en evidente inferioridad de condiciones con respecto a lo que viene de fuera. Sin embargo, en lo musical seguimos estando de capa raída y caída. Nuestras radios y televisoras siguen haciendo caso omiso de las eventuales manifestaciones artístico-musicales de las generaciones jóvenes.

Esto resulta paradójico, habida cuenta que hoy en día grabar, otrora toda una hazaña, puede hacerse en cualquier cuarto de la casa, con el “boom” de los programas de cómputo diseñados específicamente para tal fin. Sin embargo, las pocas o muchas grabaciones que se realizan, reciben “cero” respaldo en los medios radiales y seguimos rindiendo culto a la música y anti música que nos llega del exterior.

Nuestros compositores, están más preocupados de copiar estilos importados, que de experimentar sus propios sonidos e ideas. En muchos casos, intuyo que hay una lucha interna entre lo que se es en “esencia” y lo que se cree que se debe ser para llegar al público. Esto debilita la originalidad y la construcción de una música hondureña moderna que recoja nuestra identidad. Además, seguimos creyendo erróneamente que la música hondureña solo la constituyen unas cuantas canciones tradicionales en sique o en bolero que se compusieron hace ya varias décadas.

Hay una pléyade de jóvenes académicamente formados en música, talentosísimos muchos de ellos, pero se pierden en estériles luchas por definir quién sabe más o quién toca mejor, cuando deberían estar buscando formas para unirse e ir creando una nueva oleada de música nacional o al menos rescatando y renovando lo que se haya hecho en el pasado.

Sabemos que nuestro pueblo ha sido alienado por la música extranjera, pero la única manera de llevarlo a otros niveles es mostrándole y convenciéndolo de que aquí también podemos y sabemos hacer música con sello catracho, algo que por ser nuestro debería tener un valor especial. El camino no es fácil, pero con una producción constante y sistemática, en algo podríamos revertir la inercia que hasta ahora ha marcado nuestro devenir artístico musical.

Ojalá nuestros jóvenes talentos musicales sigan consejo, se dediquen a producir y en bloque exijan la difusión de sus obras en los medios radiales y televisivos. El arte debe ser expuesto, si no para qué hacerlo? Para auto complacerse? Parece un contrasentido. Todo artista “vive” del reconocimiento que se hace de su obra, del aplauso y del elogio. Ojala pronto vayamos rompiendo paradigmas.

lunes, 9 de mayo de 2011

CRITIC-ARTE Y LA CULTURA

Recientemente fui invitado por José H. Bográn a participar en un conversatorio sobre mi trayectoria artístico-musical. José es una persona joven, dinámica y multifacética. Es escritor de novelas, crítico de cine, aficionado al teatro y a la música. La señora Waldina Bográn, periodista y redactora social del ambiente sampedrano por muchos años, es su madre e intuyo que de allí deriva José, esa amplia y clara visión de la cultura y las artes.

Por lo general, el primer jueves de cada mes José, en su carácter de cabeza de Critic-Arte convoca a gente involucrada o amante de la cultura y las artes al amplio y elegante Centro Cultural Sampedrano. Su distinguida y amable directora, Katia Sosa, le ha dado cabida para desarrollar estos conversatorios con distintas personas de la música, las letras, la pintura y la cultura en general. La respuesta es diversa, en mi caso no llegaron muchos, pero quienes me acompañaron fueron sumamente participativos y a lo largo del coloquio tuvimos oportunidad de abordar varios temas.

Uno de ellos salió a relucir de forma natural: cómo hacer para impulsar el desarrollo cultural de los hondureños, tan de capa caída en estos tiempos. De la plática, muy interesante por cierto y con participación de todos los asistentes,  pudimos deducir que es un tema complejo, fácil de abordar, pero difícil a la hora de encontrarle causas y soluciones.

Una de las causas que se percibió fue el del  pobre o nulo interés del hondureño por la lectura. Se mencionó que a duras penas, la formación educacional le permite a niños y adolescentes e incluso a universitarios leer correctamente los textos escolares. La lectura por el mero gusto de hacerla o por cultivar el intelecto es cosa del pasado y no se ve cómo pueda retomarse de manera sistemática. Los padres y abuelos, los primeros llamados a incentivar este beneficioso hábito, lo han abandonado casi por completo. Igualmente, la mayoría de los maestros, por su propia incultura y falta de interés, poco o nada se preocupan por ello.

Y resulta interesante que cuando los muchachos son obligados a leer, se les asigna libros de autores extranjeros y casi nunca los de buenos autores jóvenes que ha producido nuestro país. La consigna parece ser siempre “lo de afuera es mejor”. No hay duda que la lectura y análisis de los clásicos debería ser constante, pero podría buscarse un balance para incentivar a otros hondureños a escribir sobre diversos temas. No parece entenderse que “la lectura es fuente de cultura”.

La televisión y la computadora, si bien importantes tecnologías que en muchos países sirven para incrementar el acervo cultural, las ciencias y las artes, en nuestro país han vuelto a las nuevas generaciones en individuos pasivos y dependientes, con mínimo desarrollo de la imaginación y la creatividad, aspectos que la lectura impulsa de muy buena forma. Las tareas que involucran lectura se sustituyen por la versión en video y por el famoso “copia y pega”, sin que el muchacho o muchacha hagan el más mínimo esfuerzo por ir a las fuentes originales que están en los libros. El desuso de los diccionarios es otro de los graves problemas para el desarrollo de un buen vocabulario, la buena ortografía y la comprensión de palabras, tanto de uso común como técnicas.

La falta de apoyo financiero tanto gubernamental como privado, para actividades culturales es otro de los aspectos que abordamos. El Ministerio de Cultura, Artes y Deportes se queda cortísimo por lejos, en el apoyo al desarrollo cultural. La falta de identidad cultural es patente. Nuestros artistas en sus diversas facetas, son por lo general personas de recursos limitados y en muchos casos, meros imitadores de tendencias y estilos de otros países más desarrollados, lo cual nos somete y sojuzga y además nos conduce inexorablemente a apreciar sólo lo foráneo y rechazar lo nuestro.

Se habló también del egoísmo y la falta de colaboración que priva entre los artistas hondureños, situación que contribuye a la pobre difusión de sus obras. En el caso de la música, se destacó el importante papel que podrían jugar las radioemisoras, pero es patente la falta de apoyo que existe para la producción nacional. Esto es paradójico, pues con las nuevas tecnologías de grabación, hasta en la casa se puede grabar canciones. Además, hay un resurgimiento de artistas jóvenes con bastante educación musical y talento.

Algunas de las conclusiones que sacamos fueron: urgencia en buscar formas de incentivar a los padres para que inculquen el buen hábito de la lectura en casa. Igual papel les corresponde a los maestros. Es necesario que el Gobierno apoye más las artes y la cultura, ya sea con leyes o directamente, creando espacios y forzando la difusión de las obras nacionales. Nuestro “malinchismo” cultural debe ser frenado y sustituido por el aprecio y el estimulo a lo nuestro.

El conversatorio promovido por José H. Bográn de Critic-Arte fue una excelente ocasión para hablar sobre la cultura en Honduras, un tema que nos debería preocupar a todos. Ojalá sigamos conversando al respecto y vayamos buscando soluciones efectivas, de otra forma, seguiremos siendo unos pobres e incultos dependientes culturales y artísticos.

lunes, 11 de abril de 2011

¿PORQUÉ NO USAR EL 911?


Desde hace años me pregunto porqué a los hondureños nos cuesta tanto tomar y hacer nuestras las “buenas” ideas que se implementan en otras partes e insistimos en copiar sólo las “malas”. Somos sin duda, un país que se mueve en la egida de las costumbres estadounidenses: nos encanta la comida chatarra, aprendemos solo el idioma ingles tanto en las escuelas como fuera de ellas, vemos básicamente televisión y cine de aquel país del Norte, nos vestimos con fardos de ropa traídos de EE.UU. 

Hago esta reflexión para referirme al uso del código 911 para designar cualquier emergencia, tal y como hacen en los Estados Unidos de América. Ya sea un asunto policial, un incendio o una emergencia médica, los ciudadanos de aquel país sólo tienen que marcar en sus teléfonos fijos o celulares, los famosos tres dígitos: nueve, uno, uno. Con este número polifuncional se atiende cualquier tipo de crisis que enfrenten los estadounidenses.

Es interesante que las llamadas son recibidas por uno o varios despachadores, según el tamaño de la ciudad,  muy bien entrenados para discriminar la índole de la emergencia y direccionarla de manera  inmediata hacia donde corresponde: la Policía, el Cuerpo de Bomberos o los paramédicos, que generalmente consiste empresas privadas o públicas muy agiles y con personal muy bien preparado para mantener la vida de las personas mientras se llega a un centro asistencial. Además, toda llamada es grabada, para efectos de control de calidad, de responsabilidad y de revisión posterior.

En este sistema, vemos que la centralización funciona bien y que no hay mayores trabas para recibir respuesta de quienes pueden atender las emergencias o crisis que se presenten. Es obvio que la tecnología debe ser muy actualizada, pero al final todo redunda en beneficios para la población en general.

A diferencia, para llamadas emergentes en nuestro país se han implementado varios números de tres dígitos: el 199 corresponde a la Policía, el 198 al Cuerpo de Bomberos, el 195 a la Cruz Roja y 113 para COPECO. Ya el mero hecho de tener que aprender varios números dificulta las cosas, pues en momentos de crisis o emergencia, la memoria tiende a traicionarnos y de repente estamos llamando a la asistencia equivocada, lo cual significa minutos imprescindibles para la vida de alguien.

Además, es muy frecuente que los números de emergencia no respondan con la prontitud del caso, en particular el de la Policía y si acaso responde, por lo general redirecciona al solicitante de atención hacia números fijos de postas, en teoría cercanas al lugar del problema. Cuando uno se logra comunicar, por lo general las respuestas son: esa zona no nos corresponde, no tenemos vehículo, si usted viene a traernos iremos y otras diletantes por el estilo que afectan la atención inmediata y confiable.

Sabemos que en nuestro país, las organizaciones públicas defienden sus fronteras como en los tiempos medievales lo reyes defendían sus feudos. Igualmente sabemos lo difícil que es establecer coordinación entre organizaciones. Por ello pienso que establecer un sistema como el 911 de Estados Unidos de América no sería fácil en nuestro país, pero me parece una idea práctica que se podría desarrollar a partir de un “benchmarking” en aquel país, es decir una visita para conocer a fondo el funcionamiento, tomar notas, traerlo y “tropicalizarlo” u “hondureñizarlo”, pero manteniendo los principios básicos.

Conversando recientemente con dos Técnicos en Urgencias Médicas de la Cruz Roja Hondureña, me contaban de los problemas que enfrentan en cuanto a comunicación interinstitucional y me decían que por lo general, ellos llegan al lugar de las emergencias antes que la Policía y en varias ocasiones, la carencia de un perímetro establecido por la misma dificulta su actuación e incluso pone en riesgo su integridad física. También me contaron que en Costa Rica ya establecieron el 911 con muy buenos resultados.

Pienso que los niños aprenderían a fuerza de repetición y de ver televisión que el número único para emergencias de cualquier índole es el 911 y podrían usarlo desde corta edad. Esto podría ser reforzado con charlas en la casa y en la escuela y de repente estarían en capacidad de ayudar a salvar vidas y bienes. Me imagino que para hacer el cambio de numeración sólo se requiere algunos ajustes técnicos menores por parte de Hondutel para los números fijos y de los operadores de telefonía móvil para los celulares.

El verdadero reto, está en establecer las oficinas de despacho y direccionamiento de las llamadas con personal ágil y con verdadero espíritu de servicio. El otro aspecto complejo radica en verificar que se cuenta con una capacidad de respuesta oportuna por parte de la Policía, el Cuerpo de Bomberos y los paramédicos de la cruz Roja o de cualquier otra organización que quisiera participar. Los beneficiados seriamos muchos, yo sólo tiro el guante.

lunes, 28 de marzo de 2011

DAVID GÓMEZ, MÚSICA SIN FRONTERAS


El lugar, el parque central de Valle de Ángeles, la ciudad turística como se apellida hoy. La fecha, 25 de marzo. Una noche primaveral, con un agradable clima. El motivo, presenciar el concierto público ofrecido por David Gómez, joven pianista español, que en los anuncios de periódico ofrece una interesante combinación de música clásica, tangos modernos y música popular. Los patrocinadores, la Cámara de Comercio Española, la Agencia de Cooperación Española, la Alcaldía Municipal, la Casa de la Cultura y la Cámara de Comercio de Valle de Ángeles, entre otros.

Eran las siete de la tarde y en la plaza comenzó a reunirse la gente. Sin mucho aspaviento, apareció David para calentar y probar el sonido. No debió serle fácil, ya que en ese momento sonaba con fuerza un grupo musical del pueblo interpretando canciones tropicales. A pesar de la interferencia el pianista, sin inmutarse, estiró sus dedos y acometió escalas y armonías que le permitieran estar a punto a la hora de comenzar su recital. Un detalle curioso, el banco del piano al parecer no tenía la altura apropiada y David solicitó una silla, le trajeron una que desechó y al final se acomodó en una silla de madera y cuero, una de esas típicas hondureñas. En el fondo, la misa dio inicio en la iglesia del pueblo.

A las siete y treinta anunciaron un acto previo, el grupo Mar, una pareja suponemos de argentinos, que bailó dos tangos con maestría, a pesar que el suelo del parque no era el más apropiado para ello. Inmediatamente después se anunció a David Gómez. Al  salir, solicitó el micrófono y contó que ha venido seis veces a Honduras y siempre tuvo la idea de hacer conciertos en lugares “atípicos”, donde la música clásica difícilmente llega. Agradeció a Roberto Ordoñez de San Pedro Sula por el piano de cola que lucía imponente en medio del improvisado escenario adornado de banderas tricolores: amarillo, blanco y verde. El ambiente cálido lo brindaron candelas en bolsas de manila.

La primera obra fue la “Serenata Francesa” de Johan Sebastián Bach, que Gómez interpretó con soltura y elegancia. Al finalizar, los asistentes que ya éramos alrededor de ciento cincuenta, quizá más, aplaudimos calurosamente la ejecución. Enseguida vino una Sonata de Amadeus Mozart, obra en tres movimientos, chispeante como su autor. Los aplausos fueron ahora más nutridos y la calidad del concertista quedó evidenciada.

Enseguida, lo que mi mente denominó una Sonata de Astor Piazzolla, cuatro obras cortas de este genio argentino de la música moderna, que con audacia y talento elevó al tango a niveles cercanos a la música clásica, “Invierno Porteño”, “Verano Porteño”, “Milonga del Ángel” y “Adiós Nonino”, la obra cumbre de Astor Piazzolla, conformaron de manera natural una obra que parecía un todo integral, lleno de armonías complejas y matices intensos y melancólicos. David recibió nutridos aplausos de un público cada vez más embebido en las interpretaciones.

Luego, el artista anunció que iba a interpretar seis piezas de su propia autoría que está grabando en Londres. Puntualizó que los productores esperan que alguna de ellas se inserte en alguna película. Dada la nacionalidad del compositor, llamó la atención que varias de estas obras tengan títulos en ingles. La primera de estas piezas se intitula “The Island” y está inspirada en Mallorca, una de las Islas Baleares, cuna del artista de la noche. La segunda melodía se llama “El Faro” y se refiere a la isla Formentera donde hay un faro que fue la fuente de inspiración.

Al terminar las primeras dos piezas, David se levantó, recogió el micrófono e invitó a la gente que estaba cercana para que se integrara a disfrutar del recital y si no que por favor guardasen silencio, en respeto a la música. Resulta que hasta entonces, había bastante ruido ambiente, niños gritando y jugando, transeúntes que cruzaban por delante y por detrás del improvisado escenario, perros ladrando quizá tratando de armonizar con las melodías.

El concierto continuó con las piezas “Child”,  dedicada a su sobrina y “Grandfather” dedicada a su abuelo. Culminó este set con “Rain”que conceptuó como un canto a la lluvia optimista y “My Piano”, tema enérgico dedicado a su piano, su “novia” como apuntó. Seguidamente, anunció un bloque de cuatro melodías españolas, dos de Joaquín Turina y dos de Ernesto Lecuona, el famoso compositor nacido en Cuba de padres españoles, incluida la famosísima “Malagueña” que fue un excelente cierre. Al terminar, una ovación cerrada y de pie, le mostró a David Gómez que los asistentes habíamos disfrutado grandemente su recital.

En retribución, Gómez agradeció y solicitó hacer una última obra, “My Home” inspirada en su nostalgia por el hogar. Antes de interpretarla expresó que en Latinoamérica y particularmente en Honduras, se sentía como en su casa. Con ello, cerró este recital de un pianista joven que está labrando su carrera y que demostró gran sensibilidad social al llevar su música y su talento a lugares poco ortodoxos para la música seria. David demostró grandes cualidades interpretativas, energía, seguridad, empatía con el publico, maestría interpretativa y sencillez. Le auguramos el mejor de los éxitos.